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si como Lisístrata, no nos escuchan...sería imprescindible ser otra vez Salomé
del A.T" poética extremeña -chrey-
O, COTRADECIR
A UN JUEZ…!
-homenaje
a María Salmerón victima de estos jueces machistas-
Cuando
contradices a un juez, suele ocurrir que, vayas con pocos preámbulos y aún
menos justicia, a la cárcel; y que tu caso no se revise como conforme a la Ley
debiera…
Y sobre todo que los fiscales y abogados del Estado, actúen como -sabuesos- y adquieran el rango de fiscales y abogados del diablo.
Y sobre todo que los fiscales y abogados del Estado, actúen como -sabuesos- y adquieran el rango de fiscales y abogados del diablo.
María Salmerón lleva peleando con esta justicia patriarcal y machista catorce años, y con ella la menor dañada por cada golpe que recibía su madre de parte del marido y padre de la niña.
A pesar de tener más de un años de sentencia el marido, por los maltratos reiterados hacia su persona, ni han entrado en la cárcel el maltratador marido y padre… ¡No! Va a ser ella quien hoy, si no recibe un indulto de este gobierno que indulta a banqueros y a delincuentes políticos, ellos sí tienen el beneplácitos de la justicia bananera de este país que dice ser demócrata, demócrata para la cúpula de esta basura de políticos que tenemos y desgobernándonos y expoliándonos de todo, no solo nuestras carteras, sino también nuestra dignidad cada vez que sale un juicio como este, matan a una mujer más, y aquí no pasa nada…
Nada pasa porque María hubiese estado mejor en las listas de las asesinada de hace catorce años y todos contentos, jueces, fiscales, abogados del diablo y políticos de mierda.
No es que esté, enfadada, estoy cabreada, estoy indignada y sobre todo me gustaría que una vez por toda las mujeres cogiésemos el hacha de guerra de una puta vez, contra todo esta basura de sistema…
Se puede pagar a un fiscal, y me gustaría cuánto cobran estos, si solo cobran de…
Se puede pagar a un abogado del estado, y también quisiera saber cuánto cobran en blanco…
Me gustaría saber ¡Qué coño hacen!
Y sobre todo me gustaría saber, porqué en cada sentencia de malos tratos y las condenan absolutorias, con muertes o violaciones, estos no cumplen condena porque han sido parte y se han confabulado con los asesinos y violaciones y pederastas…
¡Qué
pasa en este país!
¿Qué
debiera pasar en este país para que las justicias dejase de ser machista y
patriarcal, que debiéramos hacer?
¿No tendríamos que ir a Grecia?
Sí nos bautizarnos todas, como Lisístratas y nos negarnos a seguir en esta guerra contra nuestro género, haciendo nuestras propias guerras...
¿No tendríamos que ir a Grecia?
Sí nos bautizarnos todas, como Lisístratas y nos negarnos a seguir en esta guerra contra nuestro género, haciendo nuestras propias guerras...
¿No,
nos iría algo mejor, no dejaríamos de morir a manos de nuestros enemigos y con
el beneplácitos de esta justicia machista?
Hoy
Peloponeso sigue estando en vigor, estamos muriendo en España, en cada
continente en cada una de las mujeres que son violadas por pasar de un
continente a otros, somos pasadas por las armas de los varones…
Seguimos siendo botines de guerra, en tiempo de paz, en tiempo de esta injusticia que aún sigue siendo la que nos gobiernan.
Seguimos siendo botines de guerra, en tiempo de paz, en tiempo de esta injusticia que aún sigue siendo la que nos gobiernan.
Y, todo porque los jueces en su noventa por ciento son hombres, y el diez por ciento que acceden perdieron sus ovarios entre los legajos misóginos.
Contradecir a un juez, cuesta eso, que las rejas se habrán porque sus braguetas no se menean…
Esa es la justicia que tenemos en esta España de pandereta, donde un padre puede torear a una pobre vaquilla de cuatro o cinco meses y con una hija de la misma edad más o menos, pero que a una madre no se le ocurra ira a la tienda de abajo a por el pan y dejar a la niña sola, la custodia la pierdes por menos.
Cuanto nos queda para volver a recuperar el espíritu de las mujeres griegas del siglo 411 a E.C,
o quizás ser Salomé del A.T
5.2.2016
Carmen Hernández Rey
©®
autora extremeña
foto
del Teatro Romano de Mérida, Salomé
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