"LA
PALABRA NOS DEFIENDE DE LA HIPOCRESIA" poética extremeña. c.h.r
DE CUANDO DEJÉ DE SER BRUJA -Capitulo I-
DE CUANDO DEJÉ DE SER BRUJA -Capitulo I-
"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre sacamos demonios, y en tu nombre hicimos muchas grandezas? Y entonces les confesaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad." Nuevo Testamento Mt 7: 15-23
"Te veré en Galilea, en el huerto en aquel jardín florido..." -Mt 28: 8-15...
Eché andar a mis pies, los paré delante del sepulcro, en aquella ciudad llamada "Galilea".
Intenté calmar, apaciguar y acariciar la sed de mis manos... pared a mis dedos delante de la piedra, la que ocultaba a tu cuerpo ajado, aquella piel muerta la piel amada de antaño, buscaba y busqué la forma de entrar y retirar ese mundo hostil, de la muerte la piedra.
De allegarme a ti, de romper el frasco de alabastro... de vaciar de todos los perfumes aquellos olores a vida, de matar a la muerte con aceites a incienso, de aflorar la vida con el "santo óleo" * en ese pequeño hueco de mis manos, hacerla resurgir en el calor, dar a tu piel derramando mi vida en esos aceites perfumados de áloe, alcibar, mirra, incienso, cedro, cassia, y el cálamo...
Calmar el hedor de la muerte, rescatarte del olvido... para retenerte -mi amado- eternamente entre la piel del canelo, y sentirte vivo en esta vida de muertos.
Descanso a mis pies delante del sepulcro, mis ojos giran una y otra vez ciegos de dolor, navegan por un mar de sal y acre... desencajados huelen el jazmín de tu pecho... ¡No no estás muertos! Vives y solo tengo que... Tirar la piedra maldita de este infame suicidio...
Te busqué -mi dios- te busqué tanto y tanto te busqué entre los vivos -que olvidé- que tú eras tú solo tú quien solo sabe de amor herido...
Entre muertos te busqué... en medio de inertes almas, deseando lo escondido...
Caen lánguidamente mis manos, tocan la roja tierra y miro... la piedra va despacio hacia un lado, y la luz de la alborada se cuela hasta el blanco lino de tu faz... temprano te busqué... tarde, tan tarde te encontré mi amado... tarde -tan tarde- amor de amores te busqué... y muerto fuiste por mí y para mí tú has resucitado.
Lunes 1 de abril año 2002
Carmen Hernández Rey
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P.D: Realmente viéndome hoy y mirando hacia atrás, siento y pienso que hubo milagro... en mi vida sucedió realmente un milagro... esta unción hizo efecto. Galilea existe... el alabastro en manos de mujer tiene nombre la pecadora... Maria de Magdala. Otra santa bruja
*“Toma también de las especias más finas: de mirra fluida, quinientos siclos; de canela aromática, la mitad, doscientos cincuenta; y de caña aromática, doscientos cincuenta; de casia, quinientos siclos, conforme al siclo del santuario, y un hin de aceite de oliva. Y harás de ello el aceite de la santa unción, mezcla de perfume, obra de perfumador; será aceite de santa unción.” Éxodo (30:23-25):
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