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Mostrando entradas de agosto 1, 2013

HUBE DE CALLAR...

HUBE DE CALLAR   A las ínfulas mariposas de tu boca   y las silencié, cortando sus vuelos   en mi estómago, en el terciopelo de mis labios fragmentados, deshojé sus pétalos y los acoté en su trayecto, cual águila en vuelo te atraje hacia los míos.     Acallando del rojo rosal hice un rosario   de magentas corolas,   y mi boca te abocó,   doblegando a mi sed en ella, recé el vía crucis de dolores te rece buceándote, y penitentemente hasta pagar   las culpas, de este pecado trastornado, de la pureza de beber-te entre todos los vientos existente y hacerme boca de tu boca,   estar… entre, sobre, con, contra, dentro desde, por   en hacia sin...   ¡Ah! Razón en esta tu boca,   y mi boca, pero a solas ellas, sin el juicio de las razones.     Hube de quitar de la corona   cada espina que me hieren sin pudor,   me corroen hendidas   en la piel, se hacen dueñas de mi carne   en la cieg

NO TE DIJE... II parte dedicada a la mar

NO TE DIJE  II (a la mar)     A dios… Simplemente doblé mi toalla. Me volví hacia ti para calarme íntegra de ti,   dejarte invicta en las olas ¡Ah! Toda quedada y absorbida por mi piel, es por eso que no te dijese a dios. ¿Acaso podría, llorar dentro de tu sal a mi sal,   en tus adentros a mis adentros romperse, en tu lecho sereno, dejar a mis   temporales insurrectos?   No podría decirte a dios, y dejarme partir sin la acuosa multitud de tu agua llamando en mis pies, intentar secar a mi faz del brillo lejano sin horizonte, viento infiel que me conquista y pertrecha cada día más a tu cintura eres, como esa conquista primera o ese miedo pueril e inútil en la primera entrega de amor. Doblé mi toalla, con los mismos deseos alarmados de tenerte piel y agua, sal y arena, sangre que te recorre y va a mil por horas. No te dije a dios, simplemente dancé dejándome **Amurada y *colifa