Esconde tu cabeza entre mi pelo.
Deja que tus ojos se miren en
mis ojos.
Y...
No dejes, nunca de escuchar
aquellos
mis latidos que buscan nadar bajo
tus aguas, porque...
Mis horas están todas en tu
calendario,
mis costuras son, aquellas
que sueñan con ser las
dueñas de tu patrón,
y las filigranas de mis pestañas
sueñan con...
Ser, aquella estrella del norte
que adora
ser, el sur de tus días.
el átomo de tu piel en mis
dedos,
el sonido mudo que alimentas en
mi seso
y sexo...
a los besos que sueñan en darse,
sin olvidar
tus derroteros, tus precipicios
tus grutas y
¡Tus tormentas, en las mías!
a nuestros destinos,
y viste de color al frío,
deja que el negro descorra del
poema
este amor que duele de sentido,
amor lía, líame en el mundo
de todos tus sentidos,
y mira, cómo vuelvo a ti amor
herida, de frío aterida.
al norte y al sur,
al este y al oeste...
de este sonido tuyo y mío
ambos tan ciertos,
ambos tan mudos,
lía tu huella a mi huella,
que ambas transitan en la rosa
que perfumándonos nos camina.
Carmen Hernández Rey
©autora extremeña
todos los derechos de autora
(dar)
foto subida del muro de Antonio Gámez
Aguilera
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