EN LA INICIAL BÚSQUEDA
y la fraternal mirada se hizo
llovizna,
caló en aquel circulo suave
para desprenderse en nuestros ojos
como en la tormenta resurgió
la luz y el color,
cual arco iris.
amor mío!
Y
Este amor se hizo universal,
abrazo tuyo y abrazo mío,
crecieron al paso del riachuelo,
inundando y
fecundado
nuestro leche terrenal,
en el gozo de ese mar
y agua salado,
manantial de toda inicial búsqueda,
abrazo final del río y la mar
unidad perfecta.
Sol de verano,
amapolas en campo
rojo en pulso y latido,
así, amor, crecimos en la alborada,
ella llamadoras de sueños
y desafíos,
de retos y escaramuzas
de amantes…
Allí donde
toda individualidad
se reconoce,
siente el miedo
siente el frío,
¡Te encontré!
Para que fuésemos,
del amor un solo latido!.
de la brisa,
edén sobre rostro
amado,
cometa y canción
vestigio de amor insospechado
crecimiento unitario
siéndonos dos
en uno
sin miedo a perder nada.
Becándonos en los cruces
de cada camino,
en las callejuelas donde
se encuentra lo perdido.
16.08.2013
Carmen Hernández Rey
©autora extremeña
Todos los derechos de autora
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