LA COSTILLA
Duele no solo el alma porque
Pesa tanto como
aquella costilla
que ni fue prestada
ni de Adán
ni seca
sin voz
y callada.
Ahí duele escuchar la señal
presa
que canta
reza o maldice a los dioses
haciéndonos rea de la memoria
sin dejarse ahogar
porque
la reminiscencia nos vuelve
en gritos silenciosos
y
penas prorrogada
en la presencia
ella viaja en voces
de niñas
con viejas velas duele.
Que nos castiguen
en castigos premiados
crónicas de niñas buenas
que fueron mujeres
no tan buenas
o en las recompensas punibles
escarchadas de tantas primaveras
de lluvias que ahogan
alma
almas que no serán riveras
ni mares
ni océanos
ni tan siquiera
tendrán…
¡La beneficencia de…!
ser salvavidas
ni lanchas
tan solo memorias pactadas
que nos permitan flotar
sin desatar anclas
cuando nos fondean.
Duele todas las voces
que no son
de ninguna costilla
prestada
porque nada debemos
y la carne
y la piel se adolece
del alma
y la voz que nos deben
Duele duele.
17. 03.2013
12:53
Carmen Hernández Rey
Autora extremeña
©Todos los derechos
sobre el texto
Foto subida de Life's a Climb, but the View is
Great
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